viernes, 16 de noviembre de 2012

LA MULA proximamente en los mejores cines!!!


Una nueva victoria judicial de la productora española Alejandra Frade permitirá estrenar su película "La mula", que -protagonizada por el ídolo de las jóvenes españolas Mario Casas .... 

Lee la noticia completa en Noticine, pincha el enlace: 
 EXCLUSIVA Noticine - LA MULA YA SE PUEDE ESTRENAR EN ESPAÑA

lunes, 22 de octubre de 2012

¿POR QUÉ?


CENSURA... ¿Pero y eso existe en España?

La verdad es que suena a cosa prehistórica... pero a lo tonto a lo tonto los políticos que nos representan se resisten a perder sus pequeñas cuotas de poder y la censura pese a ser ilegal en nuestro país sigue siendo una herramienta utilizada por los gobiernos de turno.

En el cine, la censura se ejerce através de los organismos encargados de clasificar las películas.

La clasificación solamente debe y puede ser un certificado que sirve como orientación para los ciudadanos con una mínima información sobre el contenido de la película. Pero, cuando una película sufre graves restricciones y se prohibe totalmente su exhibición en cines se puede hablar claramente de censura.

Es lo que le ocurre a "La Mula"

La situación con nuestra película es completamente surreal.

El anterior gobierno para saltarse a la torera la ley y censurar la película, utilizó una herramienta por primera vez en la historia del cine español : La declaración de lesividad.

Para ser lesiva la clasificación, esta debe dañar los intereses publicos... y para poder motivar su decisión, el gobierno del PSOE se amparó en gran parte en una medida cautelar provisional solicitada por el director de la película.  ¿Y qué tiene que ver eso con el interés público? ..... Que yo sepa nada....

En cualquier caso en la actualidad no existe ninguna medida cautelar.

Y si la censura es ilegal en España,  entonces ... ¿por qué sigue censurada "La Mula"?

no lo sé....

Si alguien desea saberlo, se lo puede preguntar al Secretario de Estado de Cultura, él es quien tiene competencia sobre este asunto:

PINCHA AQUÍ PARA ACCEDER AL BUZÓN DEL CIUDADANO de la Secretaria de Estado de Cultura.


Si te contestan por favor,

reenvíame su respuesta a este email : info@ghekofilms.com

¡gracias!

Alejandra Frade



lunes, 27 de agosto de 2012

LAS QUERELLAS PRESENTADAS CONTRA LA CORRUPCIÓN Y CONTRA LA CENSURA


Hoy nos despertábamos con las declaraciones de Guardans a la revista Vanitatis. Podéis leerlas aquí 'La Mula', ¿dañina o censurada para los espectadores?

Es increíble el afán de notoriedad del cesado director del ICAA que no puede refrenarse y contestar que el asunto ya no le incumbe a él, aprovecha cualquier ocasión para continuar con su cruzada contra mi. Contra mi, sí, y personalmente.

Es mentira que la decisión para bloquear la película la tomó de común acuerdo con RTVE y con Eurimages, esa decisión le competía a él exclusivamente y no por mucho intentar "echar balones fuera" o "salpicar" a otras instituciones que su responsabilidad en este asunto es menor. También es mentira que desde la página de Facebook llevo insultándole desde hace dos años. No recuerdo haberle prestado tanta atención nunca y si lo he hecho siempre ha sido para dar a conocer mi opinión y ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión, cosa que a él lamentablemente le encantaría prohibir. Ese nunca ha sido mi objetivo, a mi este señor me importa un comino. Mi único objetivo ha sido y lo sigue siendo, estrenar "la mula" para disfrutar del trabajo de todos los que cumplieron con su obligación hasta el último día y pagar a aquellos a los que se les debe dinero.

Lo que sí que es verdad, es que las querellas están ahora durmiendo el sueño de los justos porque no hemos aportado más pruebas que incentiven a nuestros atareados jueces a investigar los presuntos delitos. Esto no significa que están desestimadas, simplemente no he aportado más pruebas, aunque en cualquier momento podría hacerlo.

Yo he actuado como cualquier ciudadano responsable haría. He denunciado una presunta trama de corrupción (QUERELLA PRIMERA) y también la censura (AMPLIACIÓN DE LA QUERELLA) por parte de aquellos que utilizan la confianza que los ciudadanos les otorgamos para adoctrinar y prohibir el ejercicio de la libre expresión en nuestro país o bien para presuntamente proteger oscuros intereses.

A petición de uno de mis seguidores en Twitter he decidido publicar en esta página ambas querellas para vuestra información. Ambas querellas están ya en manos de la justicia y pendientes de que las pueda ampliar aportando nuevas pruebas.

miércoles, 16 de mayo de 2012

TRABAJO POR ENCARGO


Yo ya pensaba que lo había contado casi todo sobre mi experiencia con "La Mula" pero hoy de casualidad he leído algunos comentarios que hizo el director Radford y me he dado cuenta que todavía quedan cosas por aclarar. 

Dijo Radford que "¿cómo iba él a abandonar SU película?".  

Tenéis que saber que Radford no fue el promotor del proyecto. El guión le llegó porque se lo mandé yo y él aceptó dirigir la película por encargo. 

Mis padres se habían divorciado. Un divorcio horrible, por desgracia como el de tantos otros, una especie de "Guerra de los Rose" pero peor porque los hijos trabajábamos todos en la empresa familiar y la tensión entre mis padres se vivía también en el trabajo. Me afectó mucho. 

Pasado un tiempo decidí, junto a mi marido poner en marcha nuestra propia productora, Gheko Films.  

Dediqué un año a leer. Busqué guiones y novelas que se pudieran producir. Adquirí varios derechos. 

Necesitaba un abanico de proyectos porque algunos consiguen salir adelante pero otros no. Si te centras solamente en uno, puedes tener la mala suerte de que después de dedicarle mucho tiempo y esfuerzo, tu proyecto se caiga y por eso, necesitas siempre trabajar en varios a la vez.  

Acababa de terminar de leer un libro de Juan Eslava Galán y pensé que era muy cinematográfico. Así que me puse en contacto con él para ver si los derechos estaban disponibles.

Juan me comentó que le hacía especial ilusión llevar al cine una novela suya que había publicado no hacía mucho tiempo. Me dijo que se llamaba “La Mula”.

Ya la conocía, me había leído la sinopsis en la librería pero no la había comprado. Era una novela sobre la guerra civil y no entraba en mis planes hacer (como dirían algunos) “otra película de la guerra civil….”  Esto no se lo podía decir a Juan porque no podía negarme a lo poco que me pedía, que era leer “La Mula” primero. Así que me fui a comprar la novela y me instalé en el sofá.

Cuando empiezo a leer una novela, sobretodo si es por trabajo, es como cuando me siento en la butaca del cine. Me entra una especie de mariposas en la tripa. Sí; tengo que enamorarme de nuevo, es necesario para después encontrar la pasión que hace falta para luchar con todas mis fuerzas por el buen fin de la futura película. Necesito que me atrape hasta el final, que me despierte, que me emocione.  A la vez, me entran los miedos a sentirme defraudada, a aburrirme. Pero, siempre me embarco con la misma ilusión a pesar de las muchas veces que me he quedado dormida a mitad de una página.

Lo bueno de la novela “La Mula” es que esta vez no confiaba mucho en este nuevo amante y fui cayendo rendida poco a poco, cada vez que terminaba una página, un capítulo. Se hizo de noche y seguía leyendo. Ya en la cama, mi marido que hacía tiempo no me había visto tan concentrada, quiso interrumpir mi tan apasionada lectura. La pausa fue breve porque no quería dejar de leer y para que mi marido lo comprendiera rápidamente, simplemente le dije: 

“esto es un Óscar.”

La novela reunía todos los ingredientes que hacen falta para hacer una buena película: un protagonista con el que te identificas, una historia sencilla, un mensaje humanista. Además, ofrecía una visión de la guerra civil española sin buenos absolutos, ni malos absolutos. Pensé que en ese sentido “la mula” sería una película original frente a otras película de su mismo género, aunque solo fuera por eso.

Ya me imaginaba a Juan Castro, el protagonista, con su mula, cruzar el atardecer de Sierra Morena. Le oía con su acento, de Jaén, hablando bajito, susurrando piropos como solo lo saben hacer los del Sur. En fin, estaba enamorada de la novela hasta las trancas. 

Después de unas cuantas vueltas, al final fue Juan Eslava Galán quien escribió el guión original. 

Recuerdo imprimir mi primera copia y todavía calentita colocarla sobre mis rodillas de camino a casa. Estaba tan orgullosa.

No tenía todavía, ni reparto, ni director, pero el guión era ya tan bueno que generaba expectación y ya tenía una importante distribuidora interesada en la película.

Había hablado sucesivamente con algunos directores españoles,  pero no había terminado de cuajar con ninguno. El problema estaba en lo que yo, precisamente más admiraba de la novela, en el retrato naturalista de la guerra frente a las visiones personales y maniqueas de los directores. 

Después de haber hablado con uno de ellos, recomendado por la distribuidora, iba de camino para decirles que tampoco había surgido el flechazo con aquel director.

“Creo que tenemos que buscar un director extranjero, los de aquí tienen todos una visión muy personal sobre la guerra civil y no son capaces de comprender que esta novela no va de buenos y malos, si no de seres humanos que tratan de sobrevivir en una guerra”, le dije.

“Te traigo esta guía, hay más de cuatro mil. Podemos elegir.”

Y le regalé la Hollywood Creative Directory’s of Film directors.

Mi regalo le encantó, aunque mi intención era la de comprobar que la idea de contratar a un director extranjero para una película tan española no era completamente descabellada.

Le expliqué que me había contactado una productora inglesa que estaba intentando poner en marcha un proyecto con Radford en España y que buscaba coproducción. Aquel proyecto estaba todavía en una fase muy inicial y yo le había mandado el guión de “La Mula” para ver si lo podíamos hacer antes, mientras se desarrollaba el otro proyecto.

El ejecutivo de la distribuidora, había distribuido “Il Postino" (El Cartero y Pablo Neruda) en España, sabía que Radford ya hablaba español y coincidió conmigo que había que contar “La Mula” con el mismo tono con el que se había contado “Il Postino…” Huyendo de los alegatos políticos y centrándonos en la humanidad de los personajes. 

La respuesta de Radford no tardó en llegar: “Es el guión que llevo esperando recibir desde hace veinte años.”

Nada había que me hiciera presagiar que este director pondría en peligro la película.  El proyecto no había surgido de él, de acuerdo, y Radford había declarado públicamente que "Flawless" (Un plan brillante) era un trabajo "alimenticio" utilizando el adjetivo peyorativo que usan algunos artistas para calificar los trabajos que aceptan por encargo.  Sin embargo yo, le confíe la película por completo, la puse en sus manos como aquel que le pide al lobo que cuide de las ovejas, con total ingenuidad. 

Cuando Radford me pidió que le cediera todos los ingresos de la película, fue cuando recibí esa bofetada de realidad y me di cuenta de que "La Mula" era para Radford el trabajo alimenticio que llevaba esperando hacer desde hacia veinte años. Al fin y al cabo eran los años que llevaba esperando para repetir el éxito de taquilla que había tenido con "Il Postino" . Ya que sus últimos trabajos, alimenticios o no, habían sido grandes fracasos económicos. 

Soy el productor, el promotor original de la película, la empecé, la acabé. 

Dicen que ya no existen los productores cineastas, que solo queda una especie de intermediarios comisionistas que actúan entre las fuentes de financiación y los artistas. Es falso. Hay productores que como yo, se enamoran de las historias, se endeudan hasta las cejas para hacer películas, participan en todas las decisiones creativas y no paran hasta que las estrenan. Quieren recibir el aplauso del público o los abucheos. Les merece la pena el riesgo porque trabajan con pasión. Una pasión absurda e incomprensible por el cine.  

Hay muchos apasionados en la industria de hacer soñar. Siempre los ha habido. Este año hemos podido ver películas como "La invención de Hugo" o "The Artist" en homenaje a los que luchan por sus películas, independientemente de si es porque trabajan por encargo o porque pueden.

(Espero que siga siendo así porque solo así se podrá exclamar ¡larga vida al cine! y si es español... mejor). 

Alejandra

viernes, 16 de diciembre de 2011

RESOLUCIONES PARA EL AÑO NUEVO


En estos días que quedan para terminar el año me gusta hacer balance de lo bueno y de lo malo. Me detengo un poco, recuerdo cuales fueron mis resoluciones del año pasado, ¿las he cumplido? ¿cuáles me faltan por cumplir? ¿en qué he fallado? Son las mismas preguntas de siempre que no se pueden dejar de contestar porque no te puedes engañar a ti misma.

Dejar de fumar y al año siguiente perder esos kilos que cogí después de dejarlo… Son dos de las metas que me puse hace ya unas cuantas navidades. Me siento muy orgullosa porque las cumplí a pesar de que me costó mucho esfuerzo.  Tampoco fue fácil el 2009 : se preparó y se rodó “La Mula”. Ni el 2010 , durante el cual se hizo la post-producción y se terminó la película. No, no fue fácil, pero al menos las metas estaban muy claras y se consiguieron alcanzar.  Sin embargo el año pasado se despedía con el inicio del procedimiento de lesividad y mi resolución para el 2011 que era estrenar la película no se ha podido cumplir.  

Pasé los primeros cuatro meses del año, atónita ante la actuación del Ministerio de Cultura que se esforzaba incomprensiblemente en hacer todo lo que estuviera en su mano para que “La Mula” no se pudiera estrenar, mientras mi abogado presentaba escrito tras escrito denuncias sobre la indefensión y las injusticias que se estaban cometiendo.


 En abril, estampé el sello de “censura” en uno de los “teasers” para el cartel que estábamos preparando para el estreno y por fin tuve clara cual iba a ser mi resolución para el 2011: escribiría mi historia en este blog.

Termina el año. Este blog ha tenido más de 36.000 páginas vistas, hemos presentado más de 1.000 firmas para pedir el estreno de “La Mula” ante el Ministerio de Cultura, la página de Facebook tiene más de 2.360 fans, en el Grupo unos 860, en twitter más de 600 seguidores.  A algunos les parecerá poco comparado con los más de 17 millones de seguidores que tiene Lady Gaga pero es que yo solo soy un productor que ama el cine español, que se lo ha jugado todo por su película y que no la ha podido estrenar todavía. Así que para mi,  esto es mucho, es mucho más que mucho. Vuestro apoyo y en especial el de las fans de Mario Casas es mucho mejor que ver la luz al final del túnel, es recibir la luz de una linterna que me alumbra el camino siempre que me hace falta.


En especial la luz de mis “Feas” (chicas no digo vuestros nombres, ya sabéis quienes sois) ,así las llamo yo, que alumbraron el camino del pasillo a la butaca de un cine y gracias a las que he conocido a la familia Casas y con las que he comenzado una gran amistad.

Confieso que a veces me he cansado, he pensado que era demasiado esfuerzo, solo por una película…. que los malos nunca se cansan y que no estrenaría nunca. He pensado que lo había perdido todo y de pronto, se ha encendido esa linterna que me recuerda que no puedo abandonar. Tarde o temprano todo se solucionará porque todo lo que he hecho lo he hecho bien, lo único que no puedo hacer es abandonar porque cuando haces las cosas bien la vida te lo recompensa.

Amigos, colaboradores, fanátic@s, seguidor@s, Feas, Mario:

Cuando haces las cosas bien, la vida te lo recompensa y cuando quieres algo de verdad “el universo entero conspira para que lo consigas” (Paulo Coelho)

Aunque por esta película, ¡el universo lleva conspirando un montón! Ha tenido que poner en la calle a los directores del ICAA, del IFB, del UKFC, incluso ha cerrado el UKFC entero debido al agujero enorme de la contabilidad… ha tenido que convocar elecciones anticipadas, ha tenido que haber un cambio de gobierno y pronto veremos a la que faltaba, a la Sinde pasarle la cartera a un nuevo responsable en materia de Cultura en España.

Es solo una película… ¡pero qué película!

Desde aquí, os doy las gracias por vuestro apoyo y por vuestra luz que me sirve de guía. Y doy las gracias a todos los periodistas, bloggeros, foros, tuiteros y medios de comunciación que han escrito sobre "La Mula", que me han entrevistado y que han hecho posible que se conozca esta historia para que sumaráis vuestro apoyo a ella.  

¡Gracias de todo corazón!

Sin duda alguna, de nuevo, mi resolución para el 2012 es estrenar LA MULA, por el trabajo de tod@s, por las ilusiones de tod@s por el esfuerzo de tod@s

¡Feliz navidad! ¡Feliz año!

Alejandra Frade

sábado, 5 de noviembre de 2011

AUNQUE SOLO SEA POR DIGNIDAD (parte segunda)


Acababa de terminar el festival de Cannes, el montaje había concluido y estábamos terminando los efectos 3D. Recibí una llamada de la secretaria del Sr.Guardans, era para darme cita porque este ya estaba de vuelta en Madrid.  
El viernes día 28 de mayo de 2010, era mi cumpleaños. Estaba citada a las diez y media de la mañana a la reunión y había quedado en la puerta del Ministerio de cultura con mi abogado de entonces, Vicente Arias Maíz, para subir juntos.
Al llegar, Vicente me condujo directamente al ascensor, me llamó la atención y le comenté que antes teníamos que pasar por el control de registro de entrada. Él me dijo que no era necesario, que podíamos entrar  directamente. Me sorprendió, pero le hice caso porque confiaba en él y le seguí hasta el ascensor.
Guardans nos recibió y nos acompañó a su despacho.
Ya estaban ahí, María del Carmen Hernández Antolín, subdirectora general del ICAA, que había sustituido a Beatriz de Armas cuando fue cesada de su cargo y Rosario de Alburquerque, subdirectora general de Promoción y Relaciones Internacionales.
Para romper el hielo, Guardans que tiene un pésimo sentido del humor, preguntó a Vicente por el trabajo en su despacho y le aconsejó pasarse al derecho concursal ya que, “gracias” a las quiebras, estaba siendo la especialización mejor remunerada. Las mujeres tampoco le rieron la gracia. Entonces Guardans  les explicó que él fue socio del mismo despacho en el que trabajaba Vicente, de ahí las confianzas.   
Por fin Guardans comenzó a explicar. Nos dijo que se había reunido durante el festival de Cannes con sus homólogos inglés e irlandés (los “malos” ) y que la opinión generalizada era que yo estaba actuando mal, siguiendo instrucciones equivocadas de mis abogados.
Vicente le interrumpió para decirle que apreciaba que dijera abogados en plural y que no solo se estuviera refiriendo a él, ya que yo también había consultado a otros abogados y que todos ellos coincidían en cuanto a sus consejos, con lo cual le parecía extraño que todos ellos estuvieran equivocados. Guardans continuó:
“dependiendo de las decisiones que tomes podrán pasar cosas diferentes y que tendrán consecuencias diferentes.”
Así que le pedí que me explicara cuales eran esos caminos y cuales serían sus consecuencias:
 “Si continuas con la película sin llegar a un acuerdo con los contrarios, no calificaré la película”, contestó él.   
Lo mismo que ya me había dicho por teléfono, así que le pedí que me explicara cuales eran las razones para no calificar la película.  
Guardans se dirigió a Vicente:
“parece que los abogados no habéis tenido en cuenta…”  y citó uno de los artículos de la ley del cine.
“¿Qué quiere decir eso” pregunté yo. Ni conocía ni conozco de memoria la ley pero desde luego no recordaba ningún artículo que mi productora hubiera incumplido.
“Que no está clara la titularidad de la película” contestó Guardans.
De nuevo pensé que Guardans no se había leído ni un papel de mi expediente, así que le expliqué que no existía, como tampoco existe hoy en día, ninguna duda sobre la titularidad de la película.
De hecho este no ha sido el argumento utilizado por el Ministerio de Cultura para declarar la película lesiva e impedir su estreno. Es más, ni siquiera la declaración de lesividad puede impedir el estreno ya que, las películas se deberían poder difundir libremente. La lesividad lo que ha conseguido es suspender la calificación, y no otorgar la calificación era lo que verdaderamente perseguía Guardans. ¿Por qué?
Porque Guardans es el “padre” de nuestro actual modelo de calificación de películas, creado especialmente para poder censurar.
Aquí os dejo varios links relacionados con la polémica que levantó en su día:
Os interesará saber que el “papá” Guardans de este modelo, nada más tomar posesión de su cargo en el ICAA puso en marcha su filosofía de informar al espectador sobre los contenidos “presuntamente lesivos de las películas”, comenzó por aplicar con mayor rigor las sanciones por no informar de la calificación y no paró hasta que modificó la ley. Antes de eso, se consideraba falta leve (salvo en el caso de las películas X, falta muy grave) y se penalizaba con multas de hasta 4.000 euros, Guardans modificó las multas y hoy llegarían hasta 40.000 euros.

Esto es lo que nos ha dejado el nieto de Francesc Cambó que curiosamente, financió la primera Delegación de Prensa y Propaganda española en Francia, uno de los enclaves más importantes de la propaganda franquista en Europa durante los años de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial.

Guardans podría ser un incompetente en muchas otras cosas pero en cuanto a censura y a calificación, no se podría decir lo mismo.
Puedo imaginar que aquella mañana Guardans se había leído la ley en busca de cualquier artículo que pudiera utilizar con la intención de asustarme.
Subió el tono y me preguntó que “si acaso” tenía yo algún contrato con el director. Le contesté que sí. Inmediatamente después me preguntó que si en ese contrato el director cedía sus derechos a favor nuestro y también le contesté que sí; “mediante una inducement letter”.
Vicente entró al trapo y le pidió varias veces, ya que él se negaba, que al menos escuchara primero nuestra explicación sobre todo lo sucedido. Intentamos, Vicente y yo contarle cómo nos habían presionado, de ahí que yo solicitara su ayuda y la de Eurimages. Guardans no nos dejaba explicarnos, iba subiendo cada vez más el tono. Llegó a insinuar que yo no tenía derecho de dirigirme directamente a Eurimages porque “el que paga Eurimages soy yo, para que lo sepas”.
Eurimages es un fondo que concede créditos sin intereses para películas en co-producción europea. No es un fondo privado, es un fondo de dinero público que proviene de nuestros impuestos. No lo paga él.  
Guardans tenía fama de tener muy malas formas y muy mal estilo. Yo lo estaba comprobando y sufriendo.  
Traté de hacerle comprender que si la película no se estrenaba supondría mi ruina y la de muchos trabajadores que todavía no habían podido cobrar. Guardans me interrumpió con absoluto desprecio y me contestó que ese no era su problema. Yo no daba crédito. La situación me parecía cada vez más alarmante, no podía creer que el director del ICAA que estaba para defender los intereses del cine español los estaba despreciando de aquella manera.
Vicente tomó la palabra e intentó explicar que yo siempre había querido intentar llegar a un acuerdo, como se demostró en la reunión de marzo, cuando me senté con todos los “malos” para tratar de encontrar una solución aceptable para todos, pero Guardans no se movía de su posición. Repitió que como no se había llegado a ningún acuerdo no iba a calificar la película y añadió que solo cambiaría de postura si yo aceptaba someterme a un arbitraje.
Le explicamos que ya habíamos explorado esa posibilidad, que incluso yo ya había consultado con un prestigioso abogado especialista en arbitraje y que los “malos” ya habían contestado que no lo aceptarían y que además lamentablemente ya no teníamos tiempo porque los contratos estipulaban fechas de entrega de la película que no podíamos incumplir.
Guardans insistió y me presionó para que tomara una decisión ahí mismo.
Había oído que Guardans era un machista. Su fama le precedía.  Imaginé a otro productor en mi situación y pensé que a un hombre no le hablaría de esta manera  tan intimidante.
Lo que exigía era absurdo, no tenía ningún sentido, yo no estaba ahí para negociar nada con el director del ICAA ni él para imponer ningún tipo de condición a ningún productor para calificar una película.
Contesté que no podía decidir nada sin que antes me explicaran qué ley era la que había infringido y cómo eso podría ser un problema con la calificación de la película.
Supongo que a Guardans le pareció intolerable que yo no cediera y se dirigió a mi de manera aun más amenazante:
“como no te sometas a un arbitraje no vas a poder comercializar la película porque no la voy a calificar, ni voy a expedir el certificado de película española y voy a prohibir expresamente cualquier tipo de exhibición de la película en España y así se lo he comunicado al distribuidor.”
Le pedí que me enseñara el papel en el que le comunicaba al distribuidor lo que me acaba de decir. Guardans dijo que no había tal papel que se lo había comunicado mediante conversación telefónica.  
Esto me causó un impacto enorme. Estaba en plena negociación con un distribuidor interesado en la película. No sabía si creérmelo o no, ¿cómo podía saber él con qué distribuidor estaba hablando yo? Si Guardans le había llamado podría haber malogrado mi acuerdo y si no lo había hecho, estaba mintiendo con la intención de asustarme.
Pensé que en realidad, no me había citado para aclarar la situación en la que se encontraba la película, jamás tuvo intención de ayudarme, me había citado en su despacho para amenazarme. Me empecé a marear, me faltaba el aire, me costaba concentrarme en lo que hablaban Guardans y Vicente.
Guardans volvió exigirme que tomara una decisión de inmediato pero volví a contestar lo mismo. Con ironía me ofreció que contestara esa misma tarde, “ya que es urgente”. No era tiempo suficiente. Me dió de plazo hasta el lunes antes de las nueve de la mañana.
Pensé que Vicente se había tomado esa pequeña concesión en cuanto al plazo como una pequeña victoria. Supongo que intentó restarle tensión a la situación cambiando el tercio y contándole a Guardans que ya habíamos estado cerca de alcanzar un acuerdo. Yo no lo veía así. Michael Radford se empeñaba en rodar lo que fuera, escenas que no estaban ni en el guión. Ya no era cuestión de repetir lo ya rodado que estaba muy bien, quería rodar algo, sin especificar qué. El problema es que si no se daban las condiciones para rodar entonces la producción quedaría suspendida sine die. O sea, que lo que quería era que yo aceptara algo que no era real, que la película no estaba terminada y que se terminaría cuando a Radford le diera la gana a él, eso si alguna vez le daba la gana. Era una trampa y yo no iba a a caer en ella. El rodaje se había completado entero y no faltaba nada por rodar. Guardans no me dejó ni acabar de explicárselo e increpó a Vicente:
“no tienes la legitimidad de tu cliente, dices que es posible un acuerdo y tu cliente dice lo contrario.”
Recuerdo que en ese momento sentí pánico, me pareció que ellos lo habían hablado antes. El plan de Guardans no estaba funcionando y montaba en cólera.
No recuerdo qué fue lo que me preguntó Guardans, le pedí ayuda a Vicente. Me levanté y me excusé como pude porque casi no podía hablar, me agarre el pecho porque sentí que me dolía y me puse a llorar. Estaba sintiendo un ataque de pánico. Me dirigí a la salida.  
Guardans le pidió a la subdirectora que me siguiera y esta salió detrás de mí pidiéndome que me calmara. Repetía:
“tranquila aquí no te estás jugando nada, tenlo muy presente”
Intentaba atar cabos en mi cabeza. Intentaba calmarme, “no entiendo nada, esta es mi casa, es mi ministerio…” le dije a la Antolín.
 “Eres española…” contestó ella mientras repetía que tuviera presente que allí no me estaba jugando nada. Mentía.
Conseguí calmarme un poco y me acordé del rumor que había difundido Michael Radford.
“¿Esto no será que os habéis creído lo de Radford, que decía que yo le quería obligar a hacer una película fascista?” le pregunté.
La subdirectora contestó con otra pregunta:
¿el director habrá rodado el guión,no?
Y de paso aprovechó para preguntar por la nacionalidad del director. En ese momento no caí, si se hubiera mirado el expediente hubiera sabido que Radford es británico y que como europeo no restaría porcentaje alguno para que la película alcanzara la nacionalidad española.
Guardans pensaba que Radford era indio y que por ese motivo le denegaría el certificado de nacionalidad a LA MULA.
Estoy convencida de que en realidad me habían citado en el ICAA para asegurarse de que LA MULA no se estrenaría nunca, bien via metiéndome en un proceso de arbitraje eterno, bien denegando la calificación o bien, tal y como apuntaba la Antolín, via denegando el certificado de nacionalidad. 
Ya estaban preparando la censura de LA MULA.      
Fui al baño y me lavé la cara. Conseguí serenarme un poco.
Volvimos a entrar en el despacho de Guardans.
Guardans se dirigió a mi:
“ya te explicará Vicente este pequeño detalle que no has tenido en cuenta y que necesitas comprender sobre la calificación.”
“Lo recurriré.”, le contesté.
“Lo podrás recurrir, llegará al supremo, y cuando el supremo falle dirá que el director del ICAA se equivocó y para entonces ya estarás arruinada.” Fueron las palabras de Guardans.
Mientras intentaba mantener la compostura le dije que “ a mi las amenazas…” , no pude terminar. Me interrumpió gritando:
“¡Este ministerio no amenaza!”
Miré a Vicente y le pregunté que qué era todo esto. Yo estaba totalmente alucinada.
Dejé copia de un nuevo informe sobre la situación de la película y Vicente me sacó del ministerio por una puerta de atrás.
Fuimos a un bar cercano y me tomé varias tilas. No paraba de llorar, le pedí que me llevara a un hospital y después a denunciar presuntas amenazas a un juzgado de guardia.
Vicente estaba de acuerdo que me habían presuntamente amenazado pero me convenció para no ir a ningún juzgado, “lo importante es la película”.
El domingo le envíe mi burofax a Guardans con mi respuesta.
El lunes volví a ver a Vicente, evidentemente le pedí que me explicara cual era el artículo de ley que habiamos infringido, no había ninguno. Era una mentira de Guardans. Le pedí una transcripción de todo lo sucedido para interponer una querella por presuntas amenazas pero el jefe de Vicente había sido socio de Guardans y eso le ponía en un brete.
Cambié de abogado.
A la mañana siguiente del cese de Guardans me acerqué a ver el expediente de LA MULA del ICAA. No había ni un solo folio numerado, estaba todo desordenado. Dentro de una carpeta que ponía “cambio productor alemán” encontré los documentos que demuestran todo lo que os he ido contando. Llamé a mi nuevo abogado, Alberto Salido que tiene su despacho en Estepona, y me dijo:
“voy para Madrid esta misma tarde, pide copias de todo”.
A la mañana siguiente nos personamos los dos de nuevo en el ICAA. Ya habían hecho una limpia y muchos documentos ya no estaban o estaban trasladados a otra carpeta que ponía “documentación interna”.
Alberto lo fotografió. Algunas de esas fotos, las podéis ver en este blog.
Alberto Salido interpuso la querella y yo, poco a poco me he ido reponiendo del susto. 
Alejandra Frade


martes, 25 de octubre de 2011

AUNQUE SOLO SEA POR DIGNIDAD (parte primera)

Pincha en la foto para leerlo
Hoy he leído en la prensa que la “feminista” Elena Valenciano del PSOE anda llamando a las mujeres en busca de votos y me ha entrado la risa. Por eso, hoy voy a dedicar este post a todas las fanáticas femeninas de LA MULA porque ¡chicas! la “igualdad”, que no es otra cosa que la dignidad, se pelea cada día y no es patrimonio de ningún partido político. La dignidad es nuestra. 
¿Y a cuento de qué viene esto? Os preguntaréis… pues viene a cuento de que una de las veces que han intentado ofender mi dignidad ha sido precisamente en un despacho del ministerio de cultura, bajo el mismo techo que una ministra socialista. 


Así que: ¡no nos vendas la moto Elena Valenciano!  



Primer round:
Estábamos casi terminando el rodaje de LA MULA y por aquel entonces estaba, como subdirectora del ICAA, Beatriz de Armas.
Beatriz me llamó por teléfono para explicarme que los “malos” (ver La cabra siempre tira al monte ) se habían puesto en contacto con el director, hoy ex-director del ICAA, Ignasi Guardans y que necesitaba que por favor le contara mi versión de la historia. Así lo hice. 
Al ver que el director del ICAA se interesaba por los problemas de mi producción le solicité una reunión y además entregué por registro de entrada en el ministerio un informe completo con todo lo que estaba sucediendo. Más tarde descubrí que el interés de Guardans por mi producción se debía a que los “malos” le habían pedido ayuda y que  Guardans les había contestado, lo mismo que a mi: que él no podía interferir en asuntos de productores y que se inhibía del tema.  Aun así, los “malos” continuaron insistiendo y advirtieron a Guardans que este asunto acarrearía consecuencias negativas para las futuras co-producciones.
No sé a qué “futuras coproducciones” se referían. Tal vez tenían idea de participar en más proyectos como habían hecho con el mío: sin poner un euro y presionando al productor hasta que cediera todos sus ingresos…. ¿Era ese el modelo que pretendían para sus “futuras” co-producciones? O ¿Era ese el modelo de sus “pasadas” co-producciones y que yo me había negado a seguir? Desde luego, una cosa está clara: no les cabía en la cabeza que yo les había salido rana y que no lo habían conseguido conmigo. 
Es un alivio que los ex altos cargos de Inglaterra, Irlanda y de mi madre patria estén los tres en la puñetera calle. Y lo digo por mis colegas productores que ¡de buena se han librado!
En cualquier caso, creo que le debió costar bastante a Guardans mojarse con este asunto, ya que no fue hasta meses más tarde que volví a saber de él.
Concluía el montaje de la película. Ya había llegado mayo, faltaban pocos días para que comenzara el Festival de Cannes.
Mi abogado, que entonces era Vicente Arias, me comunicó que Ignasi Guardans le había llamado y le había trasladado dudas sobre la nacionalidad de la película. Estaba asombrado y me pidió que llamara a Guardans para aclarar este tema.
Le llamé pero no estaba en ese momento y me devolvió la llamada un rato más tarde.
Recuerdo que noté que estaba nervioso, no me dejó a penas hablar, comprendí que esa llamada no era para aclarar dudas, lo que quería era transmitirme un mensaje: “Si no llegas a un acuerdo con los ingleses y  si lo que pretendes es hacer la película tú sola, no te daré el certificado de película española y se perderá la ayuda de Eurimage ¿eres consciente de esto?”  
Claro que no lo era.
Le contesté que toda esta situación no la había provocado yo, que esta situación la habían provocado los coproductores incumplidores y el director, al abandonar la película, que yo había cumplido con mis obligaciones y más.  Le dije que todo el dinero que había recibido lo había destinado a hacer la película, que yo había aportado fondos propios y que los coproductores incumplidores no podían decir lo mismo. Le recordé que él ya me había comunicado por escrito, mediante un correo electrónico, que se inhibía y que como bien había dejado claro él mismo,  este era un asunto entre coproductores. También le recordé que mi abogado le había solicitado una reunión para explicarle en detalle toda la situación, que nunca me había recibido y le pregunté que a qué se debía este cambio de actitud y en qué podría afectar al certificado de película española.
El Sr. Guardans no me contestó, simplemente me repitió que como intentara presentar la película enteramente española, sin el acuerdo de los ingleses, que no aprobaría el certificado.
Como Guardans me había dicho muchas veces que no quería saber nada del tema pensé que se trataba de un malentendido. Le expliqué pacientemente que presentaría la película tal y como se había producido; que a pesar de que Workhorse (la productora de Radford) no había cumplido con sus obligaciones financieras no se podía negar que existía una contribución en servicios, que parte de esos servicios se habían pagado con dinero prestado por mi productora, que por lo tanto, no era mi intención presentar la película como solo española y que en cualquier caso, habría que esperar a que la película se terminara, porque antes no se puede presentar solicitud para certificado alguno.
Como vio que yo todavía no había entendido que lo que me decía no era negociable, lo repitió: “si no llegas a un acuerdo, no te daré el certificado.”
La verdad, es que seguía sin comprender. Lo último que te imaginas es que el director del ICAA, que está ahí para la promoción y el fomento del cine español, o sea, para ayudarme, pretendía todo lo contrario. Pretendía que llegara a un acuerdo con los malos… así, sin ton ni son… Además me sorprendía su tono prepotente. ¿Era ese el Guardans que había denunciado a un vigilante del aeropuerto del Prat, que le obligó a descalzarse, por abuso de autoridad? ¿el defensor de los derechos de los ciudadanos frente a la arbitrariedad de la administración? ¿en base a qué me quería obligar este hombre a ceder ante los “malos”? ¿qué estaba diciendo?
Le pregunté que si estaba afirmando que no le daría el certificado de película española a una película cuyo autor de la novela es español… los actores españoles… casi todos los técnicos españoles… Guardans me interrumpió y me dijo que se lo miraría muy bien y que lo dejáramos así. Le dije que eso era lo que tenía que hacer, mirarlo tan bien como con todas, y nos despedimos.
Lamentablemente la cosa no la dejó ahí.  

Guardans se marchó al festival de Cannes, a pasearse por la Croisette, a hacerse las fotos con los artistas (le chifla) y a reunirse con los “malos” para preparar el segundo round.

Continuará… 

Alejandra Frade