No deja de sorprender que en el Ministerio de Cultura se cuestione la nacionalidad española de la película LA MULA, que cumple sobradamente con todos los requisitos, pero que además lo utilice como pretexto para no expedir el certificado cultural de la película clama al cielo.
Para obtener el certificado cultural, es necesario que:
al menos el 75 por 100 del elenco de autores, que a estos efectos son el director, el guionista, el director de fotografía y el compositor de la música; y de los actores y otros artistas que participen en la elaboración de la película; y del personal creativo de carácter técnico, así como el resto del personal técnico que participe en la misma, esté formado por personas con nacionalidad española o de cualesquiera de los otros Estados miembros de la Unión Europea, de los Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, o personas que posean tarjeta o autorización de residencia en vigor en España o en cualesquiera de dichos Estados, siempre y cuando la película reúna al menos dos de los requisitos siguientes:
a) Tenga como versión original cualquiera de las lenguas oficiales en España.
b) El contenido de la película esté ambientado principalmente en España.
c) El contenido de la película tenga relación directa con la literatura, la música, la
danza, la arquitectura, la pintura, la escultura, y en general con las expresiones de la
creación artística.
d) El guión de la película sea adaptación de una obra literaria preexistente.
e) El contenido de la película tenga carácter biográfico, o en general refleje hechos o
personajes de carácter histórico, sin perjuicio de las adaptaciones libres propias de
un guión cinematográfico.
f) El contenido de la película incluya principalmente relatos, hechos o personajes
mitológicos o legendarios que puedan considerarse integrados en cualquier
patrimonio o tradición cultural del mundo.
g) La película permita un mejor conocimiento de la diversidad cultural, social,
religiosa, étnica, filosófica o antropológica presentes en la sociedad europea.
h) El contenido de la película esté relacionado con asuntos o temáticas que forman parte de la realidad social, cultural o política española, o con incidencia sobre ellos.
i) En el relato cinematográfico, uno de los protagonistas o varios de los personajes
secundarios estén directamente vinculados con esa misma realidad social, cultural o política española.
j) La película se dirija específicamente a un público infantil o juvenil y contenga
valores acordes con los principios y fines de la educación recogidos en la Ley
Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación o la norma que en su caso la
sustituya”.
Con respecto al primero de los requisitos, aquel de carácter general, la película para la cual se solicita el certificado cultural no sólo cumple con la exigencia de que al menos el 75 por 100 del elenco de autores, actores y personal creativo de carácter técnico, esté formado por personas con nacionalidad española o de cualesquiera de los otros Estados miembros de la Unión Europea, si no que el 100 por cien del personal de la película cumple tal premisa.
En cuanto a la exigencia de concurrencia de al menos 2 de los otros diez requisitos enumerados con las letras de la a) a la j), no solo cumple dos, si no que cumple la totalidad de los previstos. Así:
a) La versión original de la película está rodada en castellano.
b) El contenido de la película está ambientado en la Guerra Civil Española en tierras andaluzas, y rodada en la provincia de Córdoba. Por tanto, la obra está ambientada completamente en España.
c) El contenido de la película tiene relación directa con la literatura, puesto que se trata de una adaptación de la novela de Juan Eslava Galán que lleva por nombre, igualmente, “La Mula”.
d) El guión de la película es una adaptación de la obra original homónima del autor Juan Eslava Galán, por supuesto, preexistente.
e) El contenido de la película tiene carácter biográfico, puesto que narra las aventuras de un cabo acemilero durante la contienda, personaje basado en la persona del padre de Juan Eslava Galán, autor de la novela, y como evidencia toda la información y documentación de la que dispone el ICAA, incluida copia íntegra de la cinta, refleja hechos y se refiere a personajes de carácter histórico, ambientándose la película durante la Guerra Civil Española.
f) El contenido de la película incluye elementos mitológicos o legendarios integrados en el patrimonio o tradición cultural del mundo porque la estructura narrativa de “La mula” está realizada utilizando la técnica del “viaje del héroe”, analizada por Joseph Campbell y que se puede observar en un sin numero de narraciones, literarias y cinematográficas a lo largo de la historia. Técnica que aplica los postulados del psicoanálisis (especialmente de la escuela de C.G. Jung) al estudio de las mitologías y de personajes arquetípicos. Estos arquetipos, suelen existir en mayor o menor medida en todas las películas. Los personajes épicos o arquetípicos tienen su origen en la mitología griega, que es la mayor fuente de narrativa épica occidental y si comparamos la historia de nuestro protagonista, Juan Castro , con la de la mayoría de los héroes griegos, entre ellos, Teseo, Perseo, Hércules y otros, encontraremos muchísimas similitudes.
g) La película permite un mejor conocimiento de la diversidad cultural, social, religiosa, étnica, filosófica o antropológica presentes en la sociedad europea. Desarrollándose la película en el marco de la Guerra Civil Española, el conocimiento de nuestra historia permite, sin duda, una mejor comprensión de nuestro presente y nuestro futuro. La realidad social de la España de la Guerra Civil facilita la comprensión de nuestros rasgos culturales y sociales actuales.
h) El contenido de la película está relacionado con asuntos o temáticas que forman parte de la realidad social, cultural o política española, o con incidencia sobre ellos.
i) Todos los personajes de la obra están directamente vinculados con esa misma realidad social, cultural o política española.
j) La película se dirige a un público infantil o juvenil, de acuerdo con la calificación obtenida por la misma, siendo el grupo de edad del público al que debe ser destinada: “12 años”. Además, contiene valores acordes con los principios y fines de la educación recogidos en la L.O. 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Así, defiende los principios de equidad, igualdad de oportunidades, la no discriminación, el favorecimiento de la libertad personal y del esfuerzo individual. Promueve la responsabilidad, la solidaridad, la tolerancia, el respeto y la justicia. Favorece la educación en la prevención de conflictos y la solución pacífica de los mismos, lo cual se consigue aprendiendo de los errores del pasado, con base en el alegato antibelicista que sustenta la película. Mostrando la realidad social de la época en la cual transcurren los hechos, trata de favorecer el desarrollo de la igualdad de derechos y oportunidades y el fomento de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Del mismo modo, comparte los fines del sistema educativo español: el pleno desarrollo de la personalidad y las capacidades del individuo, a través de la figura de su protagonista; la educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en la tolerancia, puesto que la cinta constituye una crítica en clave de humor a los acontecimientos bélicos surgidos en nuestro país a finales del 36, lo que sin duda fomenta una actitud pacifista en el público al que se dirige. Promueve el desarrollo de las capacidades del individuo, fomenta su creatividad, su iniciativa personal y su espíritu emprendedor, a través de la narración de las aventuras y peripecias que mueven a su protagonista por todo el recorrido de la obra. Favorece el respeto y reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural de España, ambientándose la historia en Andalucía y hablando la mayoría de los personajes andaluz, incidiendo así en la interculturalidad.
Todos estos extremos debían haber sido constatados por el Director General del ICAA con arreglo a la documentación –incluida copia íntegra de la película-que obra en el expediente que se tramita en dicho organismo y que de sobra conoce.
Sin embargo, fundamenta su arbitraria resolución en el hecho de que la obra “no tiene reconocida la nacionalidad española”.
Así las gastan en el Ministerio de Incultura Español. El Ministerio de Cultura no existe.
Alejandra Frade
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